Cuenta la leyenda que un noble árabe era un gran entusiasta del ajedrez y estaba tan seguro de sí mismo que tenía la certeza de ganar a su contrincante.
Tan seguro estaba que se jugó en una partida a su bella y amada princesa Dilaram, a la que amaba hasta lo más profundo de su alma.
Su contrincante resultó ser un adversario temible y, llegando al final de la partida, su situación era insostenible.
Las negras, las piezas de su adversario, estaban a un paso de dar jaque mate y, consecuentemente, de perder a su amada esposa:
Dilaram, experta jugadora, que estaba siguiendo atentamente la partida y veía que su amado lo tenía perdido y con ello el amor que se confesaban, le dijo:
"Amado mío, sacrifica la torre, mueve sabiamente tu álfil y apóyate en tus peones.
Sólo así podrás salvar a Dilaram".
¿Eres capaz tú de salvar a la bella Dilaram?
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